Aunque puedas tener la impresión que estoy mezclando las churras con las merinas, los dos temas están más relacionados de lo que puede parecer a simple vista.
Imagino que una de tus principales preocupaciones es que tus hijos crezcan sanos y sean felices ¿verdad? Pues bien, tengo que darte la enhorabuena porque no estás solo en ello, estas preocupaciones te vinculan con 99,9% de padres de este precioso mundo (no me atrevo a decir que al 100% porque siempre hay quien está ahí para reafirmar que la excepción confirma la norma). Así que podríamos afirmar que los padres en general, y tú en particular, se preocupan por el bienestar de sus hijos. Y esto es una maravillosa noticia.
Pero, ¿y que tiene que ver la ropa con eso?
Me alegra decirte que mucho, la ropa tiene un papel igual de importante en el desarrollo de tus pequeños que cualquier otro aspecto quizá más conocido como por ejemplo podrían ser los juguetes, los libros o la alimentación. De hecho, es un tema muy amplio, y lo encuentro realmente interesante. Así que para no escribir aquí la biblia en verso, iremos hablando de él poco a poco en diferentes posts.
Volvamos ahora al tema que nos ocupa.
La ropa puede fomentar el bienestar de tus hijos, tanto físico como emocional, siempre que cuides con qué les vistes. Uno de los principales factores que debes tener en cuenta al vestir a tus hijos es si la prenda de ropa elegida les permite moverse cómodamente. Es muy importante que tus hijos, ya sean bebés o niños, sientan que pueden mover su cuerpo de forma libre y sin limitaciones; igual de importante es que no se sientan oprimidos por ella ni que sufran rozaduras en su piel.
Deben poder gatear sin tropezarse con la ropa, agacharse o sentarse sin “clavarse” la cintura del pantalón, mover los brazos sin notar tirones de la prenda que llevan puesta, etc. En especial, debes prestar mucha atención cuando son bebés porque no pueden decirte que el motivo de su malestar es la ropa que llevan puesta.
¿Y porque es tan importante que tus hijos puedan moverse con comodidad? Porque con el movimiento del cuerpo empieza su desarrollo intelectual. Gracias a repetir su ejercitación, sus movimientos corporales mejoran con el tiempo, y van volviéndose más complejos y precisos.
En los primeros años de vida es muy importante que fomentes el desarrollo de su motricidad gruesa, es decir, que muevan los brazos y piernas, que repten por el suelo, que gateen, que anden… Eso les ayudará a conocer su entorno más cercano y a saber cuáles son sus límites respecto a él, y al mismo tiempo sentirán la necesidad de superarlos. Si tus hijos ven que cada vez son capaces de moverse más y mejor, se sentirán satisfechos consigo mismos.
Solo a modo ilustrativo de cómo el movimiento y el desarrollo intelectual van cogidos de la mano, un niño que tiene calidad de movimiento tiene más facilidades para empezar a hablar.
Como puedes ver, igual que la mayoría de cosas en esta vida, todo está relacionado entre sí. Realmente no es un tema del que se hable mucho, pero eso no significa que sea menos relevante. La ropa juega un papel destacable en el crecimiento de tus hijos, y si sabes cómo, puedes sacarle mucho jugo evitándoles limitaciones físicas externas.
Ahora me gustaría saber tu opinión al respecto.
Conocer tu punto de vista para mí es muy importante, así que soy todo oídos.
Nos encontramos en los comentarios.
Un abrazo,
Laia
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